"Tenemos una buena sanidad", dijo con carácter general Rivero, para explicar a renglón seguido que "400 personas están en condiciones de irse a su casa y sus familiares no los recogen" de los centros, lo que supone un bloqueo de camas "que hacen falta" para otros pacientes.
Así, consideró que este asunto "es una cuestión cultural también", aunque remarcó que "el gran reto de la sanidad canaria son las listas de espera".
El presidente de las islas Canarias dijo confiar, en todo caso, que esta situación se "va a aliviar especialmente en Tenerife" cuando estén plenamente operativos los hospitales del norte y del sur, cuya operativa de hospitalización aún está arrancando.