China celebra 100 años de lucha mundial antidroga desde la Comisión de Opio de 1909

EFE 26/02/2009 19:38

Una docena de países se reunió en la metrópoli oriental, por entonces un cúmulo de concesiones coloniales de distintas potencias, para intentar controlar por primera vez el problema del opio tanto en China y Asia como en Europa y América del Norte, donde la drogadicción empezaba a extenderse también.

Entre ellos estaban el gigante asiático y varias potencias coloniales presentes en su territorio, como Gran Bretaña y Francia, que le habían impuesto durante el siglo XIX sus ventas de opio, así como EEUU, Japón, Holanda, Alemania, el Imperio Austro-Húngaro, Italia, Portugal, Persia (hoy Irán) y Siam (Tailandia).

Aquella "fue la primera vez que la comunidad internacional empezó a trabajar de manera conjunta (contra la droga), así que fue un cambio en ese sentido", explicó a Efe hoy Antonio Maria Costa, director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas sobre Drogas y Criminalidad (UNODC).

"Antes no sólo es que no hubiera cooperación, sino que los poderes coloniales impusieron el comercio y favorecieron el consumo en China, así que (en 1909) se produjo un giro drástico en su actitud", comentó.

Para favorecer sus intereses comerciales, Gran Bretaña había impuesto a cañonazos, tras las Guerras del Opio (1839-1841 y 1856-1860), que China le abriera las puertas a sus productos opiáceos, que suponían para algunas de sus colonias, como India, el 14 por ciento de sus ingresos (en cifras de 1880).

Francia también aprovechó la situación para introducir en el país opio producido en Indochina, y a finales del siglo XIX decenas de millones de chinos eran drogadictos.

Por entonces, uno de cada cuatro hombres chinos visitaba regularmente los fumaderos, mientras se vaciaban las arcas de un imperio cuyos oficiales aceptaban pagos en opio de las potencias occidentales.

Solamente en Shanghai, en 1872 había 1.700 fumaderos en las concesiones coloniales francesa e internacional (británica y estadounidense), por donde entraban casi dos terceras partes del opio extranjero que se vendía en China en aquella época, según un estudio del Instituto de Investigaciones Históricas municipal.

Cuando el problema saltó a Occidente, EEUU y otros países propusieron, en 1908, la creación de un marco legal internacional que permitiese controlar el tráfico y el uso de las sustancias psicoactivas, y el 1 de febrero de 1909 se reunieron las delegaciones de los 12 países en el hotel Hui Zhong de Shanghai.

El 26 de febrero presentaron una declaración conjunta, de nueve artículos, por la que, entre otras cosas, Gran Bretaña se comprometió a ayudar a China a deshacerse del opio, y aunque era un compromiso no vinculante, hizo posible la primera ley internacional sobre drogas, la de la Convención del Opio de La Haya de 1912.

El marco legal necesario para controlar la producción, el tráfico y el uso de las drogas se fue formando desde entonces con distintos acuerdos a lo largo de todo el siglo, como la Convención de Narcóticos de 1961 y la de Sustancias Psicotrópicas de 1971.

De esta manera, como recordó hoy en Shanghai el consejero de Estado chino y responsable de la Comisión Nacional de Control de Narcóticos, Meng Jianzhu, se creó un sistema internacional de control que, pese a sus limitaciones, "ha evitado que ocurra un desastre mundial derivado (del consumo masivo) de drogas ilegales".

Desde entonces hasta hoy, "el cambio principal, obviamente, ha sido una reducción muy significativa del cultivo (mundial) de opio, que en aquel momento era cuatro veces mayor que ahora, y la reducción del número de drogadictos, que entonces, teniendo en cuenta los cambios demográficos, era diez veces más alta que ahora", dijo Costa.

Con todo, queda mucho por hacer y, como recordó hoy Costa en el centenario, "nos debemos a las futuras generaciones, al igual que nos debemos a quienes hace 100 años se reunieron aquí para cambiar la situación mundial de la droga".