La historia de Nicky ha sido recogida por la publicación Mirror, donde esta mujer de Reino Unido, cuenta cómo desde joven fue ganando peso hasta llegar a los 184 kilos. Diferentes problemas la condujeron a refugiarse en la comida y dejar de salir de casa y relacionarse con los demás.
Sin embargo, la obesidad le trajo otros muchos problemas para la salud: se volvió diabética, tuvo problemas cardíacos e incluso le costaba subir las escaleras por la artritis. Así que unas Navidades decidió hacerse la última foto con el único conjunto navideño que podía ponerse debido a su gran volumen: un jersey con el clásico reno y unos legins "muy feos". A partir de entonces, comenzó a trabajar para cambiar la situación.
Una operación de estómago acompañada de nuevos hábitas alimenticios y de vida favoreció que esta mujer comenzara a adelgazar hasta lograr perder casi la mitad del peso, 89 Kilogramos. En la Navidad de 2015, Nicky recuerda con ilusión cómo pudo, por primera vez en 30 años, ponerse un vestido: "Es negro con flores naranjas, lo llevo con botas y me divierte ser glamurosa. Me siento como una nueva mujer y quiero sacarle el máximo partido a esta segunda oportunidad que me ha sido dada".