El primer consistorio del Papa Francisco para crear cardenales señalará los objetivos de su Pontificado, según experto

EUROPA PRESS 10/01/2014 14:07

"La creación de nuevos cardenales indica con bastante claridad lo que son, o aspiran a ser, los principales objetivos del Pontificado", ha subrayado.

Sale destaca que en este tiempo "récord" el Pontífice se ha ganado el respeto de todos y ha renovado la fe de millones de católicos, al tiempo que destaca que su concepción de Iglesia pasa por ser "más democrática y horizontal", además de tener que "hacer lío y salir afuera".

El consistorio es una de las ceremonias que, según este experto, mejor simbolizan la unidad de la Iglesia católica y que reflejan, a través del talante de sus elegidos, la dirección que el Papa quiere que sigan los 1.200 millones de católicos del mundo.

"Para la Iglesia Católica, la creación de nuevos cardenales es un hecho muy importante y repercute en las decisiones políticas y estratégicas del nuevo pontificado", explica, al tiempo que subraya que los cardenales son "los más estrechos colaboradores del Papa".

Los purpurados participan en los organismos de decisión del Vaticano, intervienen en las reuniones para dilucidar los asuntos más importantes de la Iglesia y son los encargados de elegir al futuro Papa en un cónclave.

En esta línea, Sale ha recalca que, aunque la función propia de los cardenales hoy en día es "ser electores del Papa", esto "no es un atributo de la ley divina, sino simplemente un derecho humano y por lo tanto puede cambiar, aunque esté consolidado en una larga tradición".

Los purpurados son fácilmente identificables por el color rojo escarlata de sus vestiduras, tanto la sotana como la birreta y el solideo. El color simboliza que están dispuestos a morir por su fe. La impresión de Sale es que el Papa tiene intención de revitalizar su función, que es, en gran medida, impulsar la universalidad de la Iglesia Romana".

ÚLTIMO CONSISTORIO, NOVIEMBRE DE 2012

El último consistorio celebrado por la Iglesia Católica tuvo lugar en noviembre de 2012, cuando Benedicto XVI creó seis cardenales, con una particularidad: entre ellos no había ningún italiano, ni europeo. La variedad se hizo presente en tres tipos de ritos que confluyeron en esta ceremonia.

El rito latino estaba representado por el colombiano Rubén Salazar Gómez, el estadounidense James Michael Harvey, el nigeriano John Olorunfemi Onaiyekan y Luis Antonio Tagle, de Filipinas; al rito siromalankarese pertenecía Baselios Cleemis Thottunkal, de la India; y al rito maronita, su patriarca Béchara Boutros Raï, del Líbano.

"A través de este Consistorio, deseo destacar de manera particular que la Iglesia es la Iglesia de todos los pueblos, y se expresa por tanto en las diversas culturas de los distintos continentes. Es la Iglesia de Pentecostés, que en la polifonía de las voces eleva un canto único y armonioso al Dios vivo", dijo entonces Benedicto XVI para señalar la universalidad de la Iglesia.

DESCENTRALIZACIÓN

Siguiendo la línea de Benedicto XVl, el Papa Francisco ha dejado claro en la Exortación Apostólica Evangelium Gaudium que la reforma de la Iglesia pasa por la descentralización, lo que deja la puerta abierta a que se repita la particularidad de que los nuevos cardenales sean en su mayoría no europeos. "Tal vez la Iglesia se convertirá en menos europeos, pero sin duda más universal, como el Señor lo ha querido", ha referido Sale.

En su opinión, será importante analizar si el Papa impone la birreta y el anillo "a obispos pertenecientes a las llamadas "jóvenes Iglesias" o "del nuevo cristianismo", tales como los obispos de Asia, África" o por ejemplo, ha explicado Sale, "crea cardenales en iglesias olvidadas y pobres, iglesias perseguidas por regímenes políticos en el poder o, simplemente, iglesias expuestas a los riesgos de una naturaleza diferente".

Sales también ha apuntado a que seguramente "muchos cardenales vendrán de América Latina porque es la tierra de Papa Francisco". "Hacer de América Latina sede cardenalicia le dará nueva fuerza y vitalidad a una iglesia que durante varias décadas ha sido olvidado por el "centro", ha concluido Sale.

COMPOSICIÓN ACTUAL

A finales de enero, los cardenales electores (menores de 80 años) serán 106. Por el momento, hay catorce vacantes disponibles en el Colegio Cardenalicio, porque el número tope de cardenales electores es de 120, pero el Papa podría cambiar esta norma.

Diez cardenales cumplen este año 80 años, la edad máxima para poder ser cardenal elector en caso de cónclave, por lo que el número de cardenales creados podría ampliarse hasta los 24.

El cónclave que escogió a Francisco el año pasado estaba formado por 69 cardenales de Europa, 19 de Latinoamérica, 11 de África y 10 de Asia.

HISTORIA

Desde la elección del Papa Pío X en 1903 hasta la renuncia de Benedicto XVI, se han celebrado 57 consistorios para crear a un total de 731 cardenales de la Iglesia Católica.

En concreto, Pío X presidió siete consistorios e impuso en total 50 birretes rojos; Benedicto XV creó 32 nuevos purpurados en cinco ocasiones; Pio XI tiene el récord de consistorios convocados con 17 en los que creó 76 cardenales. Por el contrario, Pío XII convoco en sus 20 años de pontificado dos consistorios para crear 56 cardenales. Juan XXIII, en cinco consistorios otorgó 52 birretes rojos. Los números del Colegio Cardenalicio aumentan con Pablo VI: 6 consistorios, pero 144 cardenales. Pero el papa que más cardenales ha creado es Juan Pablo II: 231 en un total de nueve consistorios. Benedicto XVI, elevó la orden cardenalicia a 90 obispos en cinco consistorios.

Ha habido pontífices que han convocado consistorios dos veces el mismo año, como Pío X en 1907; Benedicto XV en 1923, 1925, 1926, 1927; Pío XI en 1929; y Benedicto XVI en 2012.