C's: el castellano sufre como el catalán bajo el franquismo

EUROPA PRESS 26/10/2011 16:48

C's ha comparado este miércoles la situación del castellano en las escuelas de Cataluña con la que persecución del catalán durante la dictadura franquista, criticando los métodos que utiliza la administración para imponer, a su juicio, la lengua catalana.

Así se ha posicionado el representante de C's Nito Fontcuberta en un debate en la Universidad Abat Oliva (UAO), junto con representantes del resto de formaciones del espectro político catalán: Roger Montañola (CiU), Daniel Font (PSC), Pedro Chumillas (PP), Dolors Camats (ICV-EUiA) y Joan Tardà (ERC).

Las palabras de Fontcuberta han sido rápidamente censuradas por la portavoz de ICV-EUiA en el Parlamento catalán, Dolors Camats, quien le ha reprochado que compare ambas situaciones y le ha constatado que actualmente "no hay nadie en la cárcel por hablar en castellano" como sí pasaba durante la dictadura.

Sin embargo, el representante de C's ha recordado que la Generalitat incumple sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y del Tribunal Constitucional (TC) en materia de inmersión y que las iniciativas que aplica le recuerdan "a otras épocas"

Precisamente, la inmersión ha sido una de las cuestiones que más polémica ha desatado y se ha visualizado en las posiciones totalmente equidistantes de CiU y C's: mientras Montañola ha incidido en que el catalán es la lengua propia de Cataluña y la que está en situación de debilidad, Fontcuberta se ha escudado en que el informe Pisa evidencia que los catalano hablantes tienen el doble de mejores resultados que los que utilizan el castellano.

Aunque Chumillas ha evitado pronunciarse sobre este tema, el resto de formaciones han apoyado de forma unánime el modelo de inmersión actual y han coincidido en destacar la necesidad de mejorar la calidad y los resultados educativos, aunque con sus matices.

Y es que en la coyuntura de crisis actual y los recortes presupuestarios, Montañola ha defendido que con los recursos actuales debe hacerse más, mientras que Font, Camats y Tardà han censurado los ajustes en educación de la Generalitat y han reclamado un aumento de la inversión en este ámbito que pase del 4,2% del PIB actual al 6%.

El más tajante ha sido Tardà, quien ha urgido a realizar una inversión decidida en educación para evitar tener "un país dualizado, donde la cohesión social no exista y se le condene a vivir en una economía low-cost".

"No hay nada más importante que la inversión en educación. La cultura es cara, pero la incultura es carísima", ha advertido el diputado republicano en el Congreso, quien junto con Font y Camats también ha expresado su preocupación por el debilitamiento, a su juicio, de la escuela pública.

Después de que los tres se hayan referido a los resultados del informe Pisa, Tardà ha avisado de que si se sigue por el mismo camino la escuela pública acabará siendo "la de los pobres e inmigrantes".

Camats se ha alineado en la necesidad de potenciar la escuela pública, así como Font, que ha defendido la posibilidad de que llegue un día en que cualquier familia pueda acceder a una enseñanza de calidad y equitativa.

Todo ello sin perder de vista la cohesión social, después de que Tardà haya alertado de que la diferencia entre el rendimiento de los nativos y de "los nuevos catalanes es enorme".

TASAS UNIVERSITARIAS

Ante un foro de estudiantes universitarios, los representantes políticos también han abordado la cuestión de las tasas universitarias, después de que Montañola haya avisado de que se aumentarán en todos los casos, pero sobre todo cuando se trata de las segundas y terceras convocatorias.

Camats ha condicionado la revisión de las tasas a tener un buen programa de becas "que hoy no existe ni se plantea" y a replantearse el modelo general de financiación universitaria, teniendo en cuenta que, a su juicio, una mayor fiscalidad podría aminorar los recortes.

Todos han defendido que entrar a la universidad permite acceder al conocimiento y posteriormente al mercado laboral, aunque han reclamado una adecuación de la formación a la demanda de la sociedad, entre otras peticiones.