El desalojo tuvo lugar la mañana del miércoles cuando efectivos de Mossos, acompañados de la comitiva judicial y la Guardia Urbana, desplegaron un dispositivo para desalojar estos pisos, ocupados desde hace tiempo por diversas personas, algunas con antecedentes policiales por delitos contra el patrimonio y salud pública.
La ocupación de 12 de los 32 pisos de este inmueble ha generado entre los vecinos una fuerte sensación de inseguridad y problemas de convivencia e insalubridad, que consideraban que se creaba una "mala imagen" del barrio, según las mismas fuentes.
En los últimos meses se había incrementado la presión policial alrededor de este inmueble y organizado dispositivos por parte de Mossos y Guardia Urbana.
El edificio del número 2-4 de la calle Sant Eloi consta de 32 pisos, de los que 16 están cerrados y vacíos ya que han sido previamente desalojados, cinco continúan ocupados de forma ilegal y en el resto, cuatro, viven vecinos de forma legal.
En el momento del desalojo, en el interior de los pisos desalojados había once adultos y tres menores --uno bebé--, todos ellos de nacionalidad rumana.