Cuando sucedió el milagro los médicos estaban a punto de desconectar a este joven de 22 años de la máquina que le mantenía vivo. Un mes después se encuentra muy recuperado e incluso puede caminar sin ayuda.
La primera señal que dio Aaron fue cuando apretó la mano de su madre, Deborah. Ella salió corriendo de la unidad de cuidados intensivos. Se había preparado para lo peor e incluso estaba eligiendo la música que iba a poner en el funeral de su hijo.
Para los médicos de Aaron su recuperación es "un milagro", según publica el diario the Telegraph.
Aaron volvía del trabajo en bici cuando se estrelló con un coche. Una ex enfermera que vivía cerca del lugar del accidente corrió a socorrerlo. Aaron Sufrió heridas graves en la cabeza, pelvis, costilla, cuellos, muñeca y nariz. Sufrió hemorragias internas y se perforó un pulmón.
Ahora Aaron está ingresado en un hospital neurológico y los médicos esperan que pueda volver a casa dentro de tres o cuatro meses.