Según han informado este sábado ambos cuerpos policiales, vecinos del barrio les alertaron de las continuas entradas y salidas del local de supuestos clientes que nunca recibían servicios de peluquería, por lo que en abril los policías empezaron a hacer seguimientos y vigilancias.
La peluquería, que no disponía de permisos administrativos para desarrollar esta actividad comercial, no tenía ningún horario establecido de apertura y cierre y tenía un cartel con dos teléfonos móviles para servicios de emergencia.
En realidad, la peluquera, Niurka Ercilia P.F., de República Dominicana, utilizaba el comercio como tapadera para vender cocaína, que además también repartía a domicilio y por eso tenía el cartel con los teléfonos en la puerta.
En el registro de la casa de la detenida, los investigadores hallaron seis gramos de cocaína, 13 teléfonos móviles que la peluquera utilizaba para sus contactos, una balanza de precisión, bolsitas de plástico para vender la droga, 170 euros en efectivo, libretas bancarias y documentación diversa.
Con todas estas pruebas, el Juzgado de Instrucción 25 de Barcelona decretó el 29 de julio el ingreso en prisión de la mujer, que no tiene antecedentes, si bien la investigación continúa abierta y no se descartan más arrestos.