Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres personas en relación con el incidente que originó la avalancha de personas que se produjo en la madrugada del Lunes al Martes Santo al paso de la procesión del Cautivo de Málaga, en la que dos personas resultaron heridas leves. Además, han identificado a otro individuo en relación con un falso aviso de bomba durante el recorrido del traslado de Zamarrilla.
La investigación policial ha confirmado que el detonante de la reyerta del Lunes Santo fue una disputa relacionada con las sillas que particulares --no oficiales-- colocan en primera fila en las aceras, en la que los participantes llegaron a agredirse. La Comisaría Provincial ha señalado que se tratan de tres jóvenes y que ya han pasado a disposición judicial.
Las pesquisas en cuanto a la participación de los investigados en los hechos aún continúan abiertas y no se descartan nuevas detenciones, según ha informado la Policía Nacional a través de un comunicado.
De igual modo, han precisado que se da la circunstancia de que uno de los detenidos, al saberse buscado por la Policía Nacional, se presentó en dependencias policiales donde fue oído en declaración, afirmando ser el causante de estos desórdenes provocados.
Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, ha destacado que la colaboración ciudadana en este altercado ha sido "esencial", al tiempo que ha valorado el trabajo "rápido y eficaz" de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
FALSO AVISO DE BOMBA
Por otro lado, los agentes policiales han identificado a otra persona por una falsa amenaza de bomba durante el recorrido de traslado de la cofradía de Zamarrilla el pasado 8 de abril.
La sala del 112 recibió una llamada sobre las 19.45 horas en la que un hombre detallaba que había colocado un artefacto explosivo en el recorrido, a la vez que reivindicaba el acto en nombre de un comando anarquista.
Los agentes establecieron el protocolo de actuación ante este tipo de supuestos. Para comprobar la veracidad de la llamada y preservar la seguridad ciudadana, se desplazaron hasta el recorrido procesional varias unidades de la Policía Nacional y Local. Tras una minuciosa requisa, los agentes no hallaron ningún artefacto, por lo que pudieron constatar que la llamada era una falsa alarma.
Continuando con las pesquisas en torno a la llamada y su autoría, los agentes identificaron a un individuo de mediana edad como presunto responsable de la falsa amenaza. Se da la circunstancia de que el investigado se encuentra actualmente en prisión a la espera de juicio por un delito de robo con violencia.