La elastografía evita la biopsia hepática y sus riesgos

EUROPA PRESS 22/12/2014 14:14

La utilidad de la valoración del grado de fibrosis sirve tanto para el diagnóstico inicial de la enfermedad como para el seguimiento y evolución de la misma. Desde hace años, esa evaluación y cuantificación de la fibrosis hepática se ha venido realizando mediante la biopsia hepática, que consiste en el análisis de las células de una pequeña muestra del hígado, obtenida mediante punción a través de la piel o a través de las venas.

Sin embargo, la biopsia hepática puede presentar diversas complicaciones, la mayor parte de ellas leves, como "dolor en el punto de punción, en el área hepática o a nivel de cuello o del hombro. Pero pueden aparecer también otras más graves como hemorragia, neumotórax, hemotórax, perforación de cualquier órgano, peritonitis biliar, e incluso muerte", ha explicado el especialista en aparato digestivo del Hospital Nisa 9 de Octubre, el doctor Juan José Urquijo.

La elastografía se basa en la medición de la rigidez o elasticidad de un tejido y el volumen que se explora con esta nueva técnica es, al menos, cien veces mayor que el de una biopsia hepática.

Por ello, el 'Fibroscan' se recomienda para el diagnóstico y seguimiento de hepatitis crónica por el virus de la hepatitis C (VHC), hepatitis crónica por el virus de la hepatitis B (VHB), coinfección con el virus de la hepatitis C y VIH, enfermedad hepática alcohólica, esteatosis hepática (hígado graso) no alcohólica, enfermedades colestásicas crónicas, cirrosis hepática y seguimiento de pacientes pre y post-trasplante hepático son algunos de los usos validados de la elastografía.