Estudian la adaptación al cambio climático de escarabajos subterráneos del Pirineo

EUROPA PRESS 30/03/2016 15:36

Los científicos intentan predecir cómo se adaptarán los animales a los cambios climáticos de su entorno, especialmente por el aumento de la temperatura, y se centran en el llamado "nicho ecológico", que asume que los animales se desplazan para buscar características similares a su hábitat cuando éste se modifica.

Sin embargo, el presente estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', considera que este modelo "sobrestima" la capacidad que tienen los animales para moverse libremente, e infravalora el hecho de que puedan adaptarse a los cambios de su entorno y permanecer en él.

Un grupo de científicos liderados por Ignacio Ribera, del Instituto de Biología Evolutiva, se ha propuesto "validar los modelos usados para prever la adaptación de las especies al aumento de temperaturas".

Por esta razón, se han centrado en 85 especies endémicas del Pirineo "muy interesantes" porque presentan adaptaciones típicas al medio subterráneo, como por ejemplo, haber perdido los ojos y las alas; no salen a la superficie ni se desplazan y viven en cuevas con condiciones ambientales muy estables.

Los análisis revelan que estos insectos tienen un rango de tolerancia de 0 a 20 grados centígrados de temperatura y las especies más vulnerables al cambio climático son las que viven en las áreas más cálidas, en la costa del Garraf (Barcelona), que actualmente se encuentran a una temperatura media de 11 grados.

Según el estudio, que tiene como primer autor a David Sánchez-Fernández, se encontrarán a temperaturas de 20 grados en 2080, próximas al límite de su tolerancia térmica, si bien en zonas de montaña podrían llegar a los 12 grados, mientras que actualmente viven en entre seis y siete grados.

Este escenario contradice el que se plantea normalmente, que es que las especies con más riesgo de desaparecer son las que se encuentran en las zonas más frías.

CUESTIONA LOS MODELOS TRADICIONALES

Según los investigadores, el trabajo muestra que los modelos de nicho tradicionales "no funcionan bien" para las especies con poca capacidad de dispersión, la mayoría de ella con un alto interés de conservación y a las que van a parar escasos fondos de investigación.

También han recordado que la biodiversidad subterránea ha sido generalmente olvidada en los programas de conservación, pese a constituir un patrimonio evolutivo de gran importancia, según los científicos.