El estudio de la vía aérea durante el sueño inducido permite diagnósticos más precisos en roncopatías y apneas

EUROPA PRESS 09/02/2016 10:30

"Si logramos hacer un diagnóstico suficientemente preciso, podemos ofertar técnicas médico-quirúrgicas o no quirúrgicas muy dirigidas, que mejoran bastante los resultados", ha afirmado Ramírez. Por ello recomienda realizar un estudio de la vía aérea durante el sueño inducido, para dar con el origen del problema.

Esta técnica es de las más novedosas para el diagnóstico de la apnea del sueño. "Se trata de una técnica muy cómoda para el paciente, ya que está nada más que dos o tres horas en el hospital", ha afirmado el doctor Ramírez. "El paciente entra en quirófano y, junto con el servicio de anestesia, se estudia la vía aérea con una serie de endoscopios y fibroscopios para determinar cuál es la patología concreta que padece el paciente, y así buscar las soluciones más dirigidas a su causa", ha añadido.

El doctor Ramírez ha insistido en que esta técnica es distinta de las anteriores, ya que "permite mayor precisión en el diagnóstico donde se produce el ronquido, y nos orienta a la hora de determinar si el mejor tratamiento para ese paciente será un tratamiento médico, protésico o quirúrgico".

Entre los tratamientos que se realizan para acabar con los ronquidos están la radiofrecuencia, la cirugía láser y diversos tipos de faringoplastias, con los que "podemos lograr que hasta en 2/3 de los pacientes el ronquido desaparezca, o disminuyan los suficiente como para no provocar problemas a la pareja, y con ello retomar la vida normal", ha informado el doctor.

PRINCIPALES SÍNTOMAS

Los ronquidos pueden parecer un problema social o de pareja, pero también conlleva problemas de salud. El doctor Ramírez ha explicado que "este tipo de dolencia puede derivar en una patología cardiaca o provocar una patología pulmonar, por lo que es clave concienciar a la población de la importancia de acudir a un especialista en otorrinolaringología".

Los principales síntomas que hay que vigilar son algunos como la somnolencia diurna, es decir, el quedarse dormido durante las actividades diarias, incluso conduciendo, así como las cefaleas frecuentes, el cansancio habitual, y en general, la sensación de no haber dormido bien. Ante estos signos de alerta "es importante buscar un tratamiento antes de que la patología se complique", ha insistido el experto.