Exclusiva: Iñaki Urdangarín regresa a Barcelona de nuevo

CHANCE 02/04/2014 15:35

Luis Lobón planteó en 2012 que Castro se retirara de esas pesquisas, relacionadas con Valencia.

Además, el Duque ha negado haber pagado tres hipotecas de distintos inmuebles -un piso de Terrasa y dos de Palma- con dinero ilícito, como aporta Manos Limpias, asegurando que procedía de lo ganado en Telefónica durante los años 2011 y 2012. De demostrarse lo que plantea Manos Limpias, Urdangarín, su exsocio Diego Torres y su mujer a Ana María Blanco, podrían ser imputados por blanqueo de capitales, algo que hasta en dos ocasiones ha rechazado el titular del Juzgado nº 3 de Palma. El magistrado insular explica que no se puede aplicar a este caso la reforma del Código Penal de 2010 en lo que a la tipificación del blanqueo se refiere.

El sindicato considera que Urdangarin, Torres y Tejeiro son presuntamente responsables de un delito de blanqueo al lucrarse "en su propio beneficio" del dinero que de forma ilícita obtuvieron de las Administraciones públicas a través del Instituto Nóos y que posteriormente desviaron a sociedades de su entramado empresarial.

LOS BANCOS DE LA INFANTA

Además, la defensa de la Infanta Cristina también ha movido ficha y han solicitado a la juez Castro, los movimientos bancarios de una de las cuentas que el magistrado ha solicitado entre los años 2008, 2009 y 2010. En concreto es de la Caixa, de entre otras que tiene y de las que también ha pedido sus extractos Castro: Banco Santander, Privat Bank Degroof, Caja Araba Eta Gazteiko Aurreski, Caixabank, y Citibank España.

Castro querría así comprobar si Urdangarín destinó, el 27 de diciembre de 2006, un total de 150.000 euros a una ampliación de capital después de que ese mismo día fuese transferida esta cantidad desde una cuenta de Aizoon a otra cuenta de ahorro de su titularidad y en la que tenía firma autorizada la Infanta.

El hecho de que la hija del Rey figurase como vocal en el Consejo de Administración del Instituto y como socia al 50 por ciento de Aizoon, comenzó a suscitar las sospechas de los investigadores en torno a hasta qué punto la Duquesa era conocedora de las actividades supuestamente irregulares desplegadas por Urdangarin y por Torres.