El exministro Gabilondo pide un pacto social en Educación y una Universidad que atienda también las demandas sociales

EUROPA PRESS 18/11/2014 20:18

Gabilondo ha participado en la jornada 'La Educación, recurso de competitividad', organizada por la Fundación Ankaria y la Universidad Rey Juan Carlos, junto a los filósofos Fernando Savater y José Antonio Marina, la consejera de Educación y Cultura del Principado de Asturias, Ana González, y representantes de la empresa como Joseba Arano, director de Recursos Humanos del Grupo Calidad Pascual, o Ignacio Ruiz Casares, socio de Spencer Stuart, entre otros.

Durante su intervención, el exministro ha subrayado la necesidad de un pacto social en España basado en el conocimiento y en una estrategia de país y ha animado a luchar contra el inmediatismo en lo que se refiere a las relaciones entre Universidad y Empresa. Según ha dicho, es pobre limitar los conocimientos que ofrece la Universidad sólo a las demandas del mercado y, en su lugar, propone su vinculación a las demandas sociales.

De este modo, Gabilondo ha recalcado que las relaciones universidad-empresa deben centrarse en ámbitos muy concretos y con unos objetivos claros que puedan ser evaluables, pero rechazando una visión economicista del conocimiento.

Por su parte, el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Fernando Suárez, ha contrapuesto la actual situación en España con la generación más preparada con la constatación de una insatisfacción del sistema de relaciones entre la universidad y la empresa. Así, ha dicho que es importante que los centros universitarios se acerquen a las empresas, aun teniendo en cuenta que nunca podrán adaptarse a la inmediatez que exige la empresa a la hora de demandar competencias.

RIESGO DE SUBEMPLEO

Al mismo tiempo, el rector ha advertido de la necesidad de evitar el riesgo de que los alumnos se instalen por tiempo indefinido en una forma de subempleo por el alargamiento de las prácticas.

El filósofo Fernando Savater ha apostado durante su intervención por una educación centrada en los aspectos sociales, que fomente la autonomía de los ciudadanos, genere una disposición a participar y desarrolle la capacidad de colaborar. "La educación no es sólo engloba cuestiones tecnológicas, sino sobre todo sociales", y lo que debe hacer es "formar buenos políticos, buenos gestores de la sociedad", ha dicho.

Por su parte, el ensayista José Antonio Marina ha puesto en valor el talento como auténtica fuente de riqueza para las naciones en la actualidad, entendido como "inteligencia en acción". "Las sociedades necesitan vivir en sociedades inteligentes y con talento", ha subrayado.

EL CASO DE ASTURIAS

Dentro del apartado dedicado a la innovación educativa, la consejera de Educación y Cultura del Principado de Asturias, Ana González, ha explicado que el modelo asturiano carece de "carácter sancionador" y "trata únicamente de una invitación a la reflexión y a la mejora del sistema".

Es un modelo voluntario, además, que aporta al docente una motivación económica, que oscila entre los 130 y los 200 euros, en función de su categoría, para todos aquellos que logren anualmente la categoría de "positivo", ha indicado. Hasta el momento, según ha añadido, se han completado cuatro procesos anuales de evaluación, contando el último con la colaboración del 93% del profesorado y un total de 6.980 profesionales calificados satisfactoriamente.

González ha enfatizado la necesidad de estos métodos debido "al gran proceso de cambio que está experimentando la educación, en la que el alumno es el sujeto del sistema y su participación debe ser activa". Por ello, el objetivo principal de los docentes debe ser el aprendizaje y no la enseñanza", ha concretado.

En este sentido, González ha recordado también que en Europa el fracaso escolar no es considerado una opción, siendo la principal preocupación en materia de educación el abandono prematuro de la enseñanza. "Es fundamental, por tanto, que los profesores pongan todas las medidas y técnicas que hay a su alcance para que el alumnado tenga motivación y llegue a la línea de aprobado, que es el objetivo mínimo marcado para poder hablar de éxito del sistema", ha concluido.