La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) ha solicitado que se establezca una normativa estatal que regule la seguridad de las atracciones móviles de las ferias, ya que, a su juicio, "es necesario" ante las centenares de ferias que se organizan durante los meses de verano en todo el país.
Según informa FUCI en un comunicado, la normativa "debería establecer que personal técnico especializado y debidamente autorizado revise las atracciones, no sólo antes de que se pongan en marcha, sino también a los dos o tres días de su funcionamiento, como medida extra de seguridad que evite accidentes innecesarios". Asimismo, considera que estas revisiones se deberían llevar a cabo "para poder controlar 'in situ' la existencia de defectos de diseño o mantenimiento, averías no detectadas, instalaciones deficientes o falta de seguridad y de vigilancia, entre otros".
El presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, opina que "la realidad pone de manifiesto que los controles obligatorios de las instalaciones e inspecciones que se realizan no son suficientes para garantizar la seguridad de los usuarios, como se pudo ver hacer unas semanas en el fatal accidente de Vilacañas (Toledo)". En este accidente de la atracción 'Extrem', fallecieron tres personas.
Samayoa afirma que la insuficiencia de los controles existe "a pesar de la existencia de una normativa europea para maquinaria y estructuras de ferias y parques de atracciones, con la finalidad de que cualquier aparato de este tipo no ponga en peligro la integridad de los usuarios". A su vez, La federación destaca que, al margen de una normativa común en materia de seguridad, la competencia de su regulación e inspección es autonómica.
Igualmente, la federación remarca que el usuario "no debe dejar la seguridad propia y la de sus hijos al exigible buen hacer de los titulares de estas instalaciones y la rigidez de las inspecciones que realizan las Administraciones Públicas". Así, señala que los consumidores "deben observar con rigidez que se cumplan determinados requisitos que dan indicios de la seguridad de las instalaciones", como accesos amplios que eviten aglomeraciones en el recinto o un libro de registro en cada atracción que refleja las inspecciones superadas.
Finalmente, recuerda que los consumidores pueden presentar una denuncia "si la actividad del parque no se desarrolla como se anuncia" o si "no se informa claramente de la clasificación por edades de las instalaciones".