En una entrevista a Europa Press, Riaño --reconocido en 2012 con el Premio 'Jóvenes directivos con talento', que concede la Fundación Príncipe de Gerona y Seeliger & Conde-- asegura que "este tipo de prácticas deben ser transversales a la organización". "No pude ser que un departamento de RSC sea un departamento estanco sino que debe formar parte de la actividad de todos las áreas de la empresa e involucrarlas a la hora de desarrollar determinadas políticas", argumenta.
"De la misma forma --prosigue--, es importante integrar las políticas de RSC dentro del negocio. Al final se puede resumir con una expresión que me gusta mucho y es que 'la erre de responsabilidad tiene que ver con las erres de rentabilidad y de reputación'. La RSC es, en definitiva, una forma de entender la empresa y la organización".
En cuanto a la influencia de los recortes y los problemas económicos en este tipo de políticas, Riaño asegura que "para lo que está sirviendo esta crisis es para ver qué empresas han apostado de forma real, sincera y estratégica por la RSC". "Las empresas que apostaron desde el inicio por políticas responsables en la gestión lo han seguido haciendo a pesar de la crisis", apostilla.
"Las empresas deberían pensar que muchas cuestiones son voluntarias pero mañana pueden convertirse en obligatorias. Por ello, las políticas de RSC son un perfecto aprendizaje para las organizaciones, ya que les permite innovar y ser diferentes en cuestiones que en unos meses o años les podría exigir la propia ley", indica.
EMPLEO Y DISCAPACIDAD
Por otro lado, como una de las primeras personas con discapacidad en recibir el Premio 'Jóvenes directivos con talento', Riaño considera que "este tipo de premios son muy importantes en un ámbito donde la discapacidad no estaba presente". "Más que el galardón, lo importante es la normalización de estas cuestiones y puede ayudar a otros que vengan después al mundo de la empresa. Ayuda a dar visibilidad al colectivo y eso ha sido un paso importante", precisa.
Precisamente, Fundación ONCE y Grupo Fundosa han creado más de 35.500 empleos para personas con discapacidad desde el inicio de la crisis. Sin embargo, actualmente sólo una de cada tres personas con discapacidad trabaja, un dato que "confirma la dificultad a la hora de alcanzar la integración plena", según Riaño.
"Tener un trabajo es el grado más alto de dignidad desde el punto de vista de la normalización y de la integración social. La realidad es que existen muchas dificultades todavía", denuncia el experto, que pide la implicación de la Administración para conseguir "el verdadero cambio social".
La entrevista completa se puede consultar en la web 'http://www.europapress.es/epsocial/entrevistas/'.