De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Salud correspondientes al viernes, de ese total de afectados 838 contrajeron el mal en países limítrofes, tres sufren dengue hemorrágico -la variante letal- y el resto son autóctonos.
Oficialmente se han reconocido cuatro muertes vinculadas al dengue en lo que va del año y la cifra de enfermos se expande a diario, mientras organizaciones civiles denuncian unos 40.000 casos en provincias del centro y el norte argentino, cercanas a Bolivia y Paraguay.
"La deforestación, el crecimiento urbano no organizado y la existencia de muchos basurales a cielo abierto no ayudan. Todo esto merece ser estudiado y evaluado para saber cuáles son los municipios de muy alto, alto y mediano riesgo", indicó la ministra de Salud, Graciela Ocaña.
En declaraciones a la radio bonaerense América, también dijo que "el cambio climático es una evidente" causa de propagación del dengue y puso como ejemplo que "uno de los lugares de mediano riesgo era la provincia de Catamarca (noroeste) por el tipo de clima, que ahora está cambiando y hay un brote".
La ministra agregó que en la provincia de Chaco, que también está entre las más afectadas, fueron fumigadas 45.000 viviendas como parte de las acciones contra el mosquito "aedes aegypti" y subrayó que ello "permitió bajar el número de casos a través de un corte de la circulación del vector" transmisor de la enfermedad.
En Buenos Aires se han registrado al menos 54 casos de dengue, dos de ellos autóctonos, es decir, que fueron contraídos en la ciudad, mientras que en Rosario (300 kilómetros al norte de la capital argentina) fueron confirmados cinco casos de este tipo.
En tanto, hoy se informó sobre el primer caso autóctono en la provincia de Entre Ríos, en el noreste del país y limítrofe con Uruguay.
El pasado miércoles el oficialismo frenó la aprobación de un proyecto de ley en el Senado que declaraba la emergencia sanitaria en "todas las regiones del país" afectadas por la fuerte expansión del dengue.
La iniciativa había sido consensuada entre oficialistas y opositores, que criticaron con dureza al Gobierno, mientras que la ministra Ocaña remarcó que "la Nación no está en emergencia sanitaria" por la enfermedad.