De día a clase y de noche a bailar en algunas de las más conocidas discotecas de la capital. Empresarios, dueños de discotecas 'light' madrileñas, contrataban a chicas menores de edad para trabajar como gogó en sus locales.
Las menores bailaban semidesnudas por cincuenta euros o bebida y entrada gratis.
Otros adolescentes grababan sus movimientos con el móvil. La Policía Municipal ha imputado a catorce personas. En sus locales trabajaban ocho bailarinas de 14 y 15 años.
Sus padres lo ignoran y ellas juegan a ser mayores vestidas con ligueros, corsés y tacones de diez centímetros. En la pista, otros adolescentes graban sus sensuales movimientos.