Esta medida se ha tomado después de que el pasado domingo tuviese lugar un episodio violento en el que vecinos del citado municipio e integrantes de la memoria histórica protagonizaran un altercado como consecuencia de la exhumación de los restos de nueve personas represaliadas por el franquismo.
El alcalde había ordenado sin comunicarlo a la familia el traslado de los restos a una fosa común, lo que desató la protesta de los familiares y el enfrentamiento con otros habitantes del pueblo, que los atacaron e insultaron.
Ante esta situación, Alejo ha pedido a los habitantes de esta localidad abulense que prime el sentido común y que se mantenga el orden. Asimismo, ha instado a los vecinos del pueblo a que tengan el "máximo" respeto por los muertos y no se exalten los ánimos.
El delegado también ha valorado la actuación de la Guardia Civil que intervino en el conflicto, pues ha actuado de "mediadora entre los que decían una cosa y los que decían otra".