Hace aproximadamente cinco meses, la Guardia civil de Grado inició una investigación en colaboración con el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pravia para localizar y detener al autor o autores de varios robos de vehículos (unas veces consumados y otras en grado de tentativa) perpetrados en la demarcación territorial de la Compañía de Pravia, y sobre todo en la demarcación del Puesto de Grado, los cuales comenzaban a crear gran alarma entre los vecinos de la zona.
Según la Guardia Civil, el "modus operandi" siempre era el mismo: apalancamiento de la puerta del conductor, ocasionando graves destrozos a los vehículos, y un puente "bastante mal hecho".
Los agentes señalan que cuando el delincuente conseguía hacerse con el vehículo, lo utilizaba para "pilotar" por las inmediaciones de la localidad y acababa estrellándolo, o dejándolo en alguna cuneta después de destrozarlo.
En el último robo que cometió, el de un Ford Orión, la Guardia Civil después de una exhaustiva inspección ocular logró reunir los indicios suficientes para poder culminar su investigación.