'Harry Pater y el pañal filosofal', el libro en que "el colega que ha sido padre te cuenta cómo le ha ido"

EUROPA PRESS 14/03/2016 17:17

Martín Piñol (Barcelona, 1979), es periodista, humorista, guionista, escritor, pero ni pediatra ni matrona ni experto en cuidado infantil y por eso su nuevo libro, 'Harry Pater y el pañal filosofal' (Planeta), no aspira a ser un tratado científico sobre el modo en que afronta la paternidad un hombre a los treinta y tantos sino más bien una guía de supervivencia llena de humor que se centra en lo bonito de un momento vital en el que todo son terrores. "Yo espero que este libro sea el colega que te cuenta cómo le ha ido", afirma.

En una entrevista con Europa Press, Piñol explica se pasó el embarazo de su mujer documentándose, observando y tomando apuntes --cuenta que por deformación profesional sometía a la ginecóloga a una 'rueda de prensa' cada vez que tenían consulta-- y escribió el libro durante las primeras semanas de vida del bebé, una niña llamada Iris, mientras la sostenía en brazos, "casi entero con una mano".

"Yo escribí el libro que hubiera necesitado leer yo. Intenté además escribir uno preparental que estuviera bien escrito, que eso siempre se agradece, y que fuera muy positivo, porque todos los de preparental son de 'cuidado con esto', 'ojo con esto otro' y al final te preguntas dónde está la magia de tener un bebé. Yo quería el típico libro optimista que lo leyera alguien y pensara: 'no es para tanto'", apunta.

El resultado es, como él explica, un libro humorístico "de no ficción" que aporta la perspectiva del padre trimestre a trimestre del embarazo y en las semanas siguientes al nacimiento del bebé, pero también una guía práctica que ayuda a interpretar desde el dictado de las hormonas de la gestante hasta un glosario de las prendas y accesorios infantiles que de la noche a la mañana hay que saber distinguir y manejar.

PÁNICO A LAS PELIS DE LIAN NEESON

Informa así a los futuros padres de los básicos, como el papeleo, y también de cosas sobre las que "nadie avisa", entre las que menciona la súbita intolerancia a las películas de miedo y en general, las de niños que sufren el más mínimo incidente, junto a "las de Lian Neeson", las de "niñeras locas y las de pederastas secuestradores, las tvmovies de padres abusadores que dan los domingos por la tarde" o las de "niños que desaparecen porque se los lleva el rey de los Goblins".

"Todo el mundo simplemente te dice que vayas durmiendo, pero nadie te dice por ejemplo, que al cuarto mes tu mujer querrá tener la habitación completamente montada", añade sobre el asunto del 'síndrome del nido'. También le sorprendía verse "imaginando posibles muertes de la niña", hasta que al comentarlo con otros padres descubrió que eran miedos generalizados. "Al menos te sirve para pensar que no os pasa sólo a vosotros", señala sobre el libro.

Para Piñol es además un hecho que "los futuros padres en la literatura preparental están marginados". "En el propio proceso muchas veces también, te sientes el esclavo, el que lleva la maleta y aguanta el bolso y tú dices, 'oye, que yo también quiero al bebé y que esto va a ser una aventura compartida', pero el padre parece a veces que es el que molesta, el que está en la habitación impidiendo que entren más señoras a ver al bebé", afirma.

Por eso, el libro se dirige a ellos en primer lugar y trata de proporcionarles sin aleccionar conocimientos prácticos para manejarse pero también seguridad frente a "esa especie de sobreprotección y de venta de miedo" a su juicio generalizadas cuando se trata de la paternidad, "un proceso bonito y complicado" donde, según afirma, "lo bonito" debe ser lo esencial.

"SENTIDO COMÚN" VS. "TERROR PERPETUO"

"Vive todo el mundo en un estado de terror perpetuo, el de si seré buen padre, si lo podré mantener, si tendré que abandonar mi carrera, pero luego lees el libro y te das cuenta de que no es para tanto, que si te preparas bien tampoco es tan complicado, que casi siempre sale bien y sobre todo, que la alegría que te da a cambio, lo llena", explica.

Apela al dúo "sentido común y amor" como claves de la supervivencia de la especie hasta la actualidad e incide en que tener un hijo "es trabajoso, pero no peligroso, mientras no seas un inconsciente que va dejando tijeras y cuchillos alrededor o le da el biberón hirviendo, claro".

Espera así que los prepadres que lean su libro "se queden más tranquilos" y quiere también que llegue a los abuelos, "que los hay muy pesados", y haga de "puente de generaciones" porque "no hace falta ir todo el rato minando la autoridad de los padres" cuando "salvo que esté cociendo al bebé o algo así", lo normal es que "algo hayan leído, a alguna clase hayan ido o se hayan preparado algo".

Piñol considera que la generación que ahora está teniendo hijos está cambiando los roles y que al final, los hombres están más implicados en el cuidado de los hijos. Con todo, opina que la solución pasa por "horarios y sueldos que permitan hacer cosas con bebés, sin tener que pagárselo a una canguro o tener a los abuelos esclavizados". Él procura predicar con el ejemplo.

"Con Harry Pater hacemos un show de monólogos y dejo entrar a los padres con los bebés porque nosotros nos encontramos con que la vida cultural se nos acabó en el momento, no puedes llevar al bebé a ninguna parte y cuando puedes por ejemplo ir a un cine, tiene que ser en primera sesión, que el sonido no esté muy fuerte y etcétera. Me hacía mucha ilusión que los padres pudieran venir con sus hijos y reírse, disfrutar y salir, no estar todo el día metidos en el zulo", afirma.

El lanzamiento se produce además, en ciernes del Día del Padre, el 19 de marzo, y el primero que va a celebrar. "Lo vivo con mucha ilusión porque claro, el año pasado era el prepadre, has hecho el pedido pero no lo disfrutas. Este año lo celebraremos con la niña a lo bestia, un fiestón, biberones de cacaolat o lo que sea", dice Piñol.