940 hectáreas han ardido en Castilla y León en un fuego que se tardó en controlar 20 horas

AGENCIA EFE 18/07/2009 09:08

A las 17,30 horas de ayer se originó este incendio del que todo apunta que se produjo por una negligencia, si bien no se descarta en la investigación que hubiera sido intencionado, según han informado hoy a EFE fuentes de la Junta de Castilla y León.

Tras 20 horas de labores, el fuego ha quedado controlado hacia las 13,45 horas de hoy.

El incendio se propagó con gran rapidez y virulencia debido a la gran velocidad del viento, con rachas superiores a 25 kilómetros por hora.

Se trató de un incendio complicado, ya que aunque el viento se calmó hacia las tres de la madrugada, surgió una fuerte racha, que hizo que reaparecieran otros tres puntos más de fuego, que fueron controlados rápidamente, según han dicho a EFE fuentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), unidad que desplegó un total de 217 efectivos para esta tarea.

Del Servicio de Extinción de Incendios de la Junta, participaron más de 300 personas, según fuentes de la Junta.

En total, han sido 940 hectáreas en la provincia de León y Zamora las que se han quemado en este incendio, el 40 por ciento de ellas en la primera provincia, donde se originó el incendio.

Además, el fuego obligó a cortar el tráfico en dos carreteras, la CL-622 y LE-133, que se reabrieron hacia las 23.00 horas.

Los términos municipales afectados son Castrocontrigo, en León, Justel, Cubo de Benavente y Muelas de los Caballeros, en la provincia de Zamora.

A las 18,30 horas, la Junta declaró el Nivel 2 debido al corte de la carretera CL-622, si bien al afectar a dos provincias, de acuerdo con el INFOCAL, se declaró el Nivel 1 Regional a las 22.30 horas de ayer, ahora el fuego ya está controlado.

Por su parte, el alcalde de Castrocontrigo, Aureliano Fernández, ha explicado a EFE que la zona es como una "olla a presión", ya que hay una gran cantidad de vegetación y cuando algo arde se propaga rápidamente.

Los vecinos de Castocontrigo (León), un pueblo de poco más de cuatrocientos habitantes, temieron durante toda la noche que el viento cambiara de dirección y las llamas alcanzaran al pueblo.

El alcalde ha calculado que en línea recta las llamas estarían a un kilómetro del pueblo, pero ha explicado que afortunadamente el viento iba en sentido contrario y por lo tanto el frente del fuego lo hacía en esa misma dirección.