Estas fuentes han explicado que el hombre amenazó con el arma a los empleados de la oficina de la firma bancaria ING, que le entregaron el dinero que estaba disponible, para escapar a continuación con el botín.
Varias personas fueron testigos de la huida del atracador, pero nadie pudo confirmar si abandonó el edificio o se escondió en las instalaciones de la Eurocámara, que ocupan varios inmuebles interconectados en pleno barrio europeo de Bruselas.
Por ello, los servicios de seguridad del PE bloquearon algunas entradas al edificio, mientras varias unidades de policía se apostaban frente a él, y se buscaba al sospechoso por pasillos, salas y oficinas.
La búsqueda se detuvo varias horas después y los investigadores se centraron en el análisis de las grabaciones de las numerosas cámaras repartidas por el edificio.
El portavoz de la institución, Jaume Duch, explicó a Efe que se desconoce cómo entró el atracador en la sede de la Eurocámara, dotada de importantes medidas de seguridad y a la que sólo se puede acceder con acreditación y tras pasar por un detector de metales.
Señalaron, en este sentido, que no se tiene constancia de si el arma que portaba el hombre era real o simplemente una réplica que utilizó para amenazar a los empleados del banco.
Se trata del primer ataque a mano armada que se registra dentro de las zonas controladas del Parlamento Europeo y llega sólo un día después de que la Comisión Europea alertase sobre la necesidad de mejorar la seguridad en las instituciones comunitarias ante los intentos de espionaje cada vez más numerosos.
La sucursal atracada hoy está situada en el vestíbulo del edificio Paul-Henri Spaak, en el que se halla la sala de plenos del Parlamento y que está conectada por una gran pasarela con el resto del complejo.
La oficina de ING se encuentra a apenas 50 metros de la entrada principal de la sede parlamentaria de Bruselas, por la que desfilan habitualmente los eurodiputados y las personalidades que visitan la institución.
Concretamente hoy, y sólo dos pisos por encima del lugar del crimen, se encontraba entre otros el ex líder soviético Mijaíl Gorbachov, quien participó en una conferencia sobre el agua.