Los huesos que podrían ser de Sara Morales están a 30 metros de profundidad

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 22/03/2010 08:00

La madre de Sara, Nieves Hernández, ha afirmado que la familia de la menor quiere mantener la calma y no precipitarse ante el hallazgo del pasado viernes de una bolsa con huesos que podrían coincidir con los de un joven en un pozo ubicado en Jinámar.

"Eso es lo que he hecho (mantener la calma). No quiero precipitarme. No quiero pensar que es mi hija, puede ser cualquiera, hay gente desaparecida y sea quien sea, creo que hay que sacarlo primero y luego ver de quien se trata", manifestó.

Cuestionada sobre cómo vive la familia que cada vez que se encuentran hallazgos similares en la isla se relaciona con el caso de Sara Morales, opinó que están a la expectativa. "Es una contradicción -añadió-. Por una parte uno quiere estar tranquilo porque angustiarte sin necesidad no vale la pena y, por otra, estamos nerviosos aunque no queramos porque estamos a ver si llaman o si encuentran algo".

Difícil llegar hasta los restos

La jefa superior del Cuerpo Nacional de Policía en Canarias, Concepción de Vega, se ha desplazado hasta el lugar donde efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional trabajan desde primera hora de la mañana en las tareas para tratar de extraer estos restos óseos. Desde allí, ha explicado a los medios que los huesos se encuentran a unos 30 metros de profundidad en el fondo de un pozo situado en el interior de una casa abandonada en las inmediaciones de la carretera GC-100, que une el Valle de Jinámar con Las Palmas de Gran Canaria.

Concepción de Vega ha destacado la dificultad para llegar hasta los restos, que fueron localizados con una mini cámara de rayos x cedida por Protección Civil del Ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana.

La máxima responsable policial en el archipiélago ha señalado que en el pozo sólo pueden trabajar dos agentes a la vez y ha indicado que hasta el momento sólo han podido llegar hasta la superficie del agua, a unos 15 metros de profundidad, de tal forma que los restos se encuentran sumergidos a otros 15 metros.

Los agentes tampoco pueden permanecer mucho tiempo en el interior del pozo debido a los gases tóxicos.

Aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de extraer el agua del pozo, un informe sobre los niveles freáticos en la zona lo han descartado porque las filtraciones de agua harían que se volviera a llenar.

De momento las tareas se limitan a sacar del pozo los restos de basura, desperdicios y troncos que se han acumulado en su interior.

Concepción de Vega, que hizo estas declaraciones acompañada del jefe de la Brigada de Policía Judicial de Las Palmas, Juan Luis Regalado, también señaló que en el operativo trabajan unos 15 agentes y señaló que, aunque los restos se encontraron el viernes, hasta este lunes no se ha podido empezar a trabajar en su extracción porque lo complicado de la operación requería una preparación previa del dispositivo.

La delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, ha pedido "pridencia" y "tranquilidad". "Hay que descender a ese pozo y hay que tener mucho cuidado", pues "es mucha la dificultad, por eso requerimos de especialistas".

La Policía Nacional mantiene alrededor de la casona abandonada del siglo pasado un cordón de seguridad que estableció desde el viernes y cuyo perímetro se amplió este domingo.

La casona fue primero fue una finca de explotación agrícola y en los años ochenta fue utilizada por su pozo de agua para trabajos relacionados con la construcción, según han indicado vecinos de Jinámar.

Un punto marcado por la investigación

La zona donde se han hallado estos restos es uno de los "puntos" marcados por la investigación que lleva a cabo la Policía Nacional para tratar de localizar a Sara Morales, que tenía 14 años cuando desapareció.

Las fuentes han insistido en que nunca se ha dejado de trabajar en el caso y que, tras buscar durante varios días y sin éxito en un solar situado en las inmediaciones de un centro comercial de las afueras de Las Palmas de Gran Canaria a petición de la madre de la niña, Nieves Hernández, la Policía continuó su trabajo en Jinámar.