El simulacro parte de la ocurrencia de dos terremotos de magnitudes 6,1 y 6,5, el primero como precursor y el segundo como principal y que a causa de la importancia de los daños ha pasado de una alerta de nivel 2 a nivel 3, que constituye una "emergencia nacional".
En concreto, el equipo de trabajo de la Unidad de Respuesta Geológica de Emergencia (URGE) del IGME se ha integrado dentro del operativo del ejercicio GAMMASUR para asesorar a la Unidad Militar de Emergencias (UME) sobre posibles efectos y daños y tomar datos sobre el terreno que permitan aumentar el conocimiento geológico de los efectos sísmicos en el sustrato y en el patrimonio cultural.
Así, en el operativo han participado cinco efectivos del IGME y han colaborado otras dos personas de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Salamanca. También ha colaborado directamente sobre el terreno con el Instituto del Patrimonio Cultural de España y con el Grupo de Bomberos de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, donde se ha trabajado de forma conjunta en el escenario de la Isla de la Cartuja para el estudio de patologías orientadas en fachadas y muros para tomar medidas estabilizadoras y de prevención de réplica sísmica fuerte.