La investigación realizada por el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Tel Aviv seleccionó a 20.000 jóvenes, todos hombres, entre 18 y 21 años que fueron monitorizados durante y después del servicio militar.
Entre estos el 28 % era fumador, el tres % se definía ex fumador y el 68 % no había fumado nunca. Los analizados fueron sometidos a un análisis de su coeficiente de intelectual (QI) que arrojó que los no fumadores obtenían una puntuación media de 101, mientras los fumadores tenían siete puntos menos, o sea 94 de QI (para una persona normal oscila entre 84 y 116).
El resultado más clamoroso es que el coeficiente de los considerados fumadores empedernidos (más de un paquete al día) era de 90.
El estudio demostró que el coeficiente intelectual disminuía a medida que aumentaba el número de cigarrillos fumados. A reforzar la teoría de que los menos dotados intelectualmente son más propensos a comenzar a fumar es el caso de los gemelos estudiados.
Entre los gemelos analizados por los científicos israelíes se notaban diferencias en el QI si uno era fumador y el otro no.
Las posibles explicaciones a estos resultados serían que las personas menos instruidas y menos estimuladas intelectualmente se cuidan menos la salud.
Sin embargo, para los científicos no está explicado del todo que los ingleses se explican estupendamente con un refrán que reza: "Only dopes use dope", sólo los estúpidos usan droga.