Fue precisamente la venta de las botellas por Internet, lo que llevó a los agentes con los supuestos ladrones. A través del comprador de las botellas –que cuando la policía le localizó aún conservaba nueve de ellas- dieron con los ladrones, que además del vino se llevaron dinero en efectivo de la caja fuerte de la bodega.
En los registros de sus domicilios se han intervenido más 94.000 euros en efectivo, un vehículo gama alta y el material técnico utilizado supuestamente para el robo Las botellas sustraídas se ofertaban por Internet a un precio muy por debajo de su valor en el mercado, aludiendo a que las habían obtenido de una herencia familiar.