La operación se desarrolló cuando los agentes tuvieron conocimiento de los hechos tras la denuncia de la hermana del secuestrado, quien había recibido la llamada de los secuestradores pidiendo dinero a cambio de la vida de su hermano.
Cuando llegaron los agentes al domicilio, la víctima se encontraba encerrado en una habitación de la casa, a la que le habían manipulado la cerradura y solo se podía abrir desde fuera.
Según explican, el hombre se encontraba tumbado, con evidentes síntomas de desnutrición, y con signos de haber sido agredido en incontables ocasiones. Junto a él estaba uno de los detenidos, vigilándolo para que no pidiera ayuda o se escapara.
Una de las mujeres era la encargada de alimentarle, aunque solo le daban pan y agua, por lo que el deterioro físico de la víctima era evidente.
Por ello, fue trasladado al hospital, donde ha sido atendido por dos costillas rotas, un pulmón perforado, y diversos hematomas por la cara y el cuerpo, lesiones producidas por las graves agresiones que sufría de sus captores.
Los cinco secuestradores han ingresado en prisión incondicional y están acusado de un delito de lesiones graves, un delito de detención ilegal y un delito de amenazas, aunque no se descarta que, a medida que avance la investigación, que no está cerrada, se les puedan imputar más delitos.