A partir de esta información, el sensor determina si la persona monitorizada ha dormido correctamente o no en base a estadísticas sobre comportamiento del sueño, recogidas en diversas universidades en Finlandia.
Y es que, según la World Association of Sleep Medicine (WASM) los problemas relacionados con el sueño afectan la calidad de vida de un 45 por ciento de la población mundial. En este sentido, los expertos aconsejan dormir unas 8 horas diarias y, sin embargo, la media es de 6 horas.
Por ello, y a partir de la información obtenida por la herramienta, el sistema efectúa sugerencias personalizadas para mejorar la calidad del sueño e identifica los factores de riesgo como, por ejemplo, apneas, problemas cardiacos o insomnio crónico.