La familia empezó a sospechar a través de los mensajes que el chico recibía en el móvil. El hermano mayor fue el primero en investigar. "Llamé para ver quien era y me contesto un chico mayor. Empiezo a hablar con él y me suelta que quería quedar conmigo". Cuando le preguntó que porqué quería verle la respuesta fue que "para mantener relaciones sexuales". La madre sospechó que su hijo podría estar siendo víctima de un acoso sexual. Se lanzó al chat, se hizo pasar por su hijo y quedó con el presunto pederasta cerca de casa. Cuando comprobó que sus intuiciones eran ciertas llamó a la Policía.
"Haciéndome pasar por mi hijo quedé con él y resultó que es un pederasta". Nieves y su hijo mayor lo retuvieron como pudieron hasta que llegaron los agentes.
No se considera valiente, sino que hizo lo que tenía que hacer como madre. "Me da igual si es el tío más alto, el tío más gordo, el más machote... me lo llevo", asegura Nieves.
El acosador se hizo pasar por un chico de 15 años para ponerse en contacto con su hijo e incluso colgó fotos del menor en Internet. Nieves pide una mayor vigilancia en Internet pero también en las familias.