"Lo asociamos a una mala noticia, que es el paro. En la medida en que aumenta, sube la necesidad de tener un aspecto saludable y natural a la hora de buscar trabajo", asegura a la BBC Mundo la presidenta de la SEME, Petra Vega.
El número desorbitado de desempleados que luchan por un mismo puesto les obliga a diferenciarse unos de otros y una de las maneras de hacerlo es tener una apariencia jovial. Así lo asegura Beatriz Parga, directora del centro de formación y selección Cegos, quien apunta que otro factor clave en las entrevistas de trabajo es la autoestima.
Estos dos motivos fueron fundamentales para Miguel Pérez, de 48 años. Cuando se quedó sin trabajo hace diez meses decidió inyectarse botox, ácido hialurónico para relajar el gesto y se sometió a mesoterapia para reducir la grase de su abdomen. Gracias a esto, ha perdido ocho kilos y su cara luce como hace años, lo que le hace sentirse mejor.
Desde que se ha sometido a estos tratamientos, Miguel ha acudido a dos entrevistas de trabajo y los resultados han sido más positivos que en anteriores ocasiones. "Me da la impresión de que las entrevistas funcionan algo mejor, transmito más seguridad y doy mejor impresión. Me preguntan más cosas. Ahora se interesan un poco más", afirma.
Como él, Francisco V,, de 43 años, también siente que la medicina estética ha sido la solución a sus problemas. En su caso, dos semanas antes de la entrevista rellenó las arrugas del contorno de la boca y, su autoestima mejoró hasta tal punto que fue contratado. "En el sentirte bien contigo mismo, la imagen personal es muy importante. Eso repercute en la actitud: que el candidato se sienta seguro, animado y positivo", asegura a la BBC.
Sin embargo, Beatriz Parga advierte que insiste en que lo más importante a la hora de la selección de personal en las empresas es el perfil profesional, la trayectoria y la actitud. No obstante, para sentirse bien con uno mismo una imagen renovada puede tener influencia, asegura.