La amaxofobia es el miedo a conducir. Esta patología viene condicionada muchas veces por el entorno socioeconómico. Por eso en momentos de crisis como el actual el estrés laboral genera un mayor número de casos. La cantidad de personas que sufre este trastorno está "claramente en aumento en función de la situación social y económica", según el psicólogo clínico, Javier Díaz Calero, quien puntualiza que, aunque existen otras causas ésta es la predominante últimamente.
Un 33% de los conductores españoles padecen este miedo. Aunque los accidentes de tráfico están también detrás de esta fobia, no siempre es necesario sufrir uno para padecerla. "Las fobias no tienen una causa lógica" y cualquier idea, recuerdo o hecho que afecte a la persona mientras está al volante puede desencadenar en amaxofobia -explica el psicólogo Cipriano Toledo- porque el cerebro asocia lo desagradable a la conducción.
Aunque hay estudios que relevan que este trastorno lo sufren más mujeres que hombres, Cipriano Toledo opina justamente lo contrario. "Las mujeres lo cuentan y los hombres no" porque muchos "son incapaces de decir que tienen miedo".
Como en todas las fobias, el miedo a conducir se experimenta en diversos niveles. Hay amaxofóbicos que "pueden conducir, les basta con bajar la ventanilla para tomar aire o poner la radio", otros, en cambio, se bloquean y "son incapaces" de arrancar y también hay quien puede conducir por ciudad y no en autovía, o de día y no de noche.
El tratamiento psicológico para este síndrome, según Díaz Calero, consiste en la "exposición". Es decir, hacer que el conductor se enfrente a su miedo progresivamente hasta que este desaparezca.
EBP