Desafiando al calor sofocante de la tarde, cientos de personas se han agolpado a las puertas del toril una hora antes de que sonara la primera de las tres bombas que anuncian la salida del astado, este año ejemplar de 540 kilos.
'Quite', como manda la tradición cada víspera de Corpus Christi, ha arrancado la carrera a las siete y media de la tarde, después de sonar las tres bombas de rigor, para realizar el recorrido acompañado en todo momento por las personas que se han amontonado por las calles de Benavente y, ante todo, por las fuertes medidas de seguridad tomadas para que no se produjera ningún incidente.
La maroma, de cerca de 150 metros, ha guiado al astado hacia las argollas en las que se podría dar un respiro. La salida del toro ha resultado positiva, y el ejemplar ha avanzado a buen ritmo los primeros metros, pero poco a poco ese empuje se ha ido disminuyendo y ha estado parado durante muchos minutos en la Plaza de la Farola.
Al final, a trompicones, Quite ha llegado al matadero tras 1 hora y 27 minutos de carrera y en la que no ha dejado heridos de gravedad.