Los funcionarios de la cárcel encontraron al joven ya sin vida y las primeras indagaciones apuntan a que se suicidó, y la Consejería ha abierto una investigación interna de carácter reservado para determinar las causas de la muerte.
W.F.G. había entrado en el centro penitenciario el día antes de su fallecimiento por un presunto robo, por lo que fue explorado por los médicos, quienes no encontraron indicios de que pudiera suicidarse.