Una niña británica de 10 años le ha dado a su familia una Navidad que nunca olvidarán, y todo después de haber fallecido. Lily-Mae McKinstry, que murió el pasado noviembre tras un cáncer cerebral, compró en secreto regalos a su familia por Navidad semanas antes de fallecer. Sus padres se sorprendieron a ver llegar a la casa regalos, hasta que averiguaron el motivo, según el Mirror.
"Después de que falleciera empezamos a recoger sus cosas y nos sorprendió ver en una libreta los datos de la tarjeta de crédito de Andrew (el padre), hasta que caímos en la cuenta. Nuestra preciosa niña nos había sorprendido con regalos de Navidad", asegura Vicki, la madre de Lily. La familia asegura que es imposible que se enfaden porque usara su tarjeta de crédito, y que es increíble ver los regalos que la pequeña eligió para ellos.
"Incluso encontramos cartas de agradecimiento para todos aquellos que le importaban. No sabemos cuántos regalos recibiremos o cuándo, pero cada uno de ellos es un regalo especial de Lily", asegura Andrew, el padre de la niña. De momento la familia ha recibido bandanas de sus colores favoritos, un traje de pollo y libros para su hermano, y un osito para fabricarlo que iban a enterrar con la pequeña, pero que finalmente se quedará su hermano para recordarla.
La familia asegura que estas sorpresas les están ayudando a pasar las primeras navidades sin Lily, quien adoraba esta festividad. La niña fue diagnosticada con el cáncer en mayo de este año, y ahora su familia trata de completar la lista de deseos que su hija había escrito y lo comparten en su página de Facebook. "Es importantísimo que cumplamos los deseos de Lily después de todo por lo que ha pasado", comenta su madre.