Obama emprende un esfuerzo para reformar el sistema sanitario antes de fin de año

EFE 05/03/2009 18:26

Al clausurar la cumbre, en la que participaron más de 200 personas, Obama aseguró que el encuentro ha producido el "consenso claro" de que es necesaria una reforma ya de un sistema que deja sin cobertura médica a más de 46 millones de personas en EEUU.

La cumbre, indicó, ha representado el "comienzo del debate en este esfuerzo" y a lo largo de las próximas semanas se producirán nuevas reuniones de altos funcionarios en la Casa Blanca para explorar las ideas presentadas y escuchar otras opiniones.

Entre los presentes se encontraban legisladores -notablemente el senador Ted Kennedy, enfermo de un cáncer cerebral y uno de los adalides en el Congreso de la reforma sanitaria-, representantes de empresas sanitarias, médicos y pacientes.

El objetivo de la reunión, más que lograr decisiones concretas, fue escuchar una diversidad de recomendaciones y puntos de vista para, más adelante, analizarlas y evaluar el camino más conveniente a seguir.

El presidente estadounidense quiere aprovechar su gran popularidad -en torno al 67 por ciento- y el reconocimiento entre la población de necesidad de reformas para afrontar la crisis económica para acometer el proyecto.

A juicio de Obama, esta reforma para rebajar los costes, aumentar la calidad y ampliar la cobertura a todos los estadounidenses, no sólo es "un imperativo moral, es un imperativo fiscal".

En el discurso con el que inauguró la cumbre, advirtió de que los altos costes del sistema sanitario presentan "la mayor amenaza contra la salud fiscal" de EEUU, que para este año prevé un déficit de 1,8 billones de dólares.

Los costes sanitarios, indicó, han crecido en los últimos ocho años cuatro veces por encima de los salarios y para este año podrían hacer que 1,5 millones de personas pierdan sus hogares. Una persona se declara en quiebra cada treinta segundos en el país por no poder hacer frente a sus gastos médicos.

"Si queremos crear empleos y reconstruir nuestra economía debemos atajar los costes aplastantes de la sanidad este año, en esta Administración", indicó Obama. Su objetivo, insistió, es "aprobar una reforma exhaustiva del sistema sanitario para finales de este año".

El presidente estadounidense había indicado desde la campaña electoral que quería hacer de la reforma del sistema sanitario una de sus prioridades.

En la propuesta de presupuesto que presentó la semana pasada se encuentra una partida de 634.000 millones de dólares para crear un fondo que sirva de "entrada" para sufragar la reforma sanitaria a lo largo de diez años.

Esta propuesta ha recibido críticas entre quienes opinan que ese dinero aumentará aún más el déficit presupuestario.

El presidente estadounidense defendió esta iniciativa con el argumento de que "las inversiones en la reforma ahora, inversiones que recortarán los costes de manera drástica, no se añadirán a nuestros déficit presupuestarios a largo plazo; más bien, es una de las mejores maneras para reducirlos".

En su discurso, Obama prometió que el proceso será "tan transparente como sea posible" y en él se escuchará "cada voz" y "cada idea".

"Seguir como estamos es la única opción que no se podrá considerar. Y aquellos que busquen bloquear una reforma a toda costa esta vez no vencerán", sostuvo.

Uno de los grandes problemas que puede afrontar el presidente en su ambicioso plan es la baja causada por Tom Daschle, su candidato inicial para ser secretario de Salud y asesor de la Casa Blanca para la reforma.

Daschle, considerado un experto en el sistema sanitario y el hombre clave para la reforma, renunció por problemas de impuestos y será sustituido en el Departamento de Salud por la gobernadora de Kansas, Kathleeen Sebelius, que no se encuentra en la cumbre para hacerse cargo de cuestiones ejecutivas en su estado.

Como asesora de la Casa Blanca para la reforma Obama ha seleccionado a Nancy-Ann De Parle.