Vende su casa para someterse a varias cirugías antes de su boda

Informativos Telecinco 14/09/2013 10:09

Tsia Pullen comenzó a ganar peso con ocho años y desde la adolescencia se sometió a imnumerables dietas sin los resultados esperados.

A los 34 años asegura que no soportaba mirarse al espejo, "detestaba" su figura, pero cuando su novio le pidió que se casaran, la mujer tuvo una idea de la que no se ha arrepentido.

Vendió su casa y con la mayor parte del dinero se sometió a varias operaciones estéticas: Le pusieron una banda gástrica para controlar el apetito, le pusieron implantes mamarios y le realizaron una abdominoplastia, según ha publicado el Daily Mail.

"La gente pensaba que estaba loca , pero yo sabía que hacía lo correcto, " contó Tsia.

Tsia, que conoció a su novio por teléfono y trabaja en una centralita de taxis, pensó que cuando la viera la iba a rechazar, pero no fue así.

"Él me amaba y nuestra relación floreció rápidamente. Tres años más tarde, en 2006 , me propuso casarnos", pero la visión de una novia gorda enfundada en un vestido blanco le provocó tal angustia que vendió su casa y se mudó con su novio a otra ciudad.

Le pagaron 95.000 euros por su casa y gastó 26.000 en todas las operaciones de cirugía estética a las que se sometió en Bélgica.

La banda gástrica la hizo perder 63 kilogramos; a continuación se hizo varias liposucciones en brazos y muslos. Se modificó la espalda y se puso implantes mamarios.

"Pagué una enorme cantidad por la cirugía estética y sé que algunas personas pensaran mal de mí por ello, pero valió la pena cada céntimo", dijo.

Cuando estaba ya a punto para realizarse la abdominoplastia, descubrió que estaba embarazada de 16 semanas y recibió a su hijo como un milagro. Pospusieron sus planes de boda, "pero no nos importó, Nos alegró muchísimo", explicó la mujer.

El niño nació en agosto de 2009 y dos meses después, en octubre, Tsia se sometió a una cirugía estética de abdomen para deshacerse de la piel que le colgaba.

La pareja finalmente pudo casarse el 18 de mayo. "Pude ponerme mi vestido estrecho, me sentí como una princesa".

"Realmente me siento como la novia más afortunada del mundo . No me arrepiento ni un minuto de haber vendido mi casa para financiar la cirugía, es sin duda la mejor que he hecho ".