Obispos de toda España han despedido este lunes en sus respectivas misas de envío a los miles de jóvenes que partirán hacia Madrid para participar en las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), animándoles a "difundir el mensaje de Cristo" durante la celebración de este evento.
La mayoría de estas misas han contado con la presencia de un gran número de asistentes y se han celebrado en medio de un ambiente festivo, en el que los obispos han destacado con alegría la oportunidad que supondrá para España "convertirse en una gran casa de oración y promoción cristiana".
Así, por ejemplo, el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martinez Sistach, ha animado a los jóvenes a difundir el mensaje de Cristo entre sus allegados. "Hoy que tenemos especialmente en el occidente europeo una cultura laicista que pretende que la fe y la religión no se vean en la convivencia social y se reduzca a la privacidad, hace falta que manifestemos públicamente nuestra fe y nuestra condición de cristianos", ha exhortado.
Por su parte, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, se ha preguntado si "son muy diferentes los jóvenes que estos días nos visitan, comparando con los actuales jóvenes de Euskadi" y si "los jóvenes de nuestra Tierra son más parecidos a los que han protagonizado los incidentes de Lloret del Mar y de Londres, o a los de la JMJ".
No obstante, en su intervención, Munilla se ha respondido a sí mismo al afirmar que "es de justicia reconocer que los jóvenes de nuestra sociedad, por mucho influjo laicista que estén recibiendo, tienen más valores cristianos de lo que a primera vista quepa suponer".
En esta misma línea, el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, ha recordado que esta juventud que irá al encuentro con el Papa en Madrid, "no es una juventud reaccionaria que en nombre de la nada pretende inútilmente cambiar el mundo, ni una juventud insolidaria a la que no le interesan los verdaderos problemas que hacen sufrir a las personas y a las familias".
Para el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, los jóvenes participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) deben de "estar dispuestos a vivir con la humildad y disponibilidad de creyentes en Jesucristo", ya que, "si se es generoso y con disponibilidad confiada ante Dios, se madura y se avanza en la vida".
Mientras, el arzobispo de Zaragoza, monseñor Manuel Ureña, ha deseado a los asistentes "buen camino y buena llegada a Madrid", donde "esperan el Señor y Pedro" porque "Benedicto XVI es el sucesor de Pedro". En este sentido, ha aclarado que "Pedro viene de Roma a Madrid y nosotros vamos a verlo" porque es "principio visible de la comunión de la Iglesia" y "quien nos confirma en la fe".
Asimismo, el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha pedido a la Madre de Cristo del Sagrario que interceda por el Papa Benedicto XVI, por los jóvenes católicos, para que lleven en ellos "la fuerza de la Cruz y el amor a los hermanos", contribuyendo "a la paz, la concordia, la verdad y la honradez de vida, virtud tan necesaria en nuestros días".
"MIRAR LA CRUZ"
De la misma manera, el obispo de Santander, Vicente Jiménez, ha invitado a los jóvenes de Cantabria y a los extranjeros que han estado estos días en la Comunidad antes de participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a "mirar a la Cruz" en que murió Jesucristo que, como ha recordado, es "el amigo de los jóvenes" y, además, "se encarna en los pobres".
Por su parte, el obispo de Lugo, Alfonso Carrasco, ha pedido este lunes a la Virgen de los Ojos Grandes, patrona de la ciudad, protección para los peregrinos y para los lucenses, y ha expresado la alegría de su diócesis por haber acogido a numerosos jóvenes con motivo de sus asistencia a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Madrid.
LA LIBERTAD ES "COMPATIBLE" CON LA LAICIDAD
El obispo de Lleida, Joan Piris, ha recordado a los jóvenes que la "libertad" para poder anunciar a Jesús es "un derecho inalienable", al tiempo que "compatible con una sana laicidad". "Hemos de ejercerlo con convicción pero haciendo que sea creíble mediante el testimonio de nuestra vida", ha reiterado.
Mientras, el obispo de Tarragona, Jaume Pujol, ha animado a los presentes a "tener raíces y bases sólidas" en su vida, rechazando las "falsas ilusiones". "Rechazad las seducciones del dinero, del consumismo y de la violencia. La adoración del Dios verdadero constituye un acto auténtico de resistencia contra toda forma de idolatría", ha afirmado.
Por su parte, el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha presidido una misa en la Plaza de la Virgen ante más de 20.000 fieles, según la organización, en la que ha agradecido especialmente la presencia de jóvenes peregrinos procedentes de países "donde no se les consiente la presencia a Jesucristo, ni del que se puede hablar porque hacerlo supone arriesgar la vida".