La OCDE y la FAO sitúan la seguridad alimentaria como una prioridad mundial

AGENCIA EFE 06/05/2009 17:52

El director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, fue rotundo al solicitar que recaiga sobre la agricultura el 17 por ciento de la ayuda al desarrollo, como ocurría en los años setenta en la llamada "revolución verde", y no el 3,8% actual.

"No es un problema técnico sino político, de distribución de recursos" aseguró Diouf, quien subrayó la necesidad de que los Estados y las instituciones supranacionales inviertan en infraestructuras tales como carreteras, almacenes, sistemas de riego y en energía en los países en desarrollo para atraer a los inversores privados.

Lejos de alcanzar el objetivo de reducir el número de personas con dificultades para conseguir comida de 1.000 millones a 400 para 2050, el responsable de la FAO señaló que ese dato aumentará en más de 100 millones de personas en 2009, pese a la caída de los precios agrícolas tras la crisis inflacionista de 2007-08.

El dato es superior al de 2008, cuando el número de personas mal alimentadas aumentó en 40 millones, y también rebasa al de 2007, cuando el incremento fue de 75 millones de individuos, en un contexto de alza de precios.

Las recetas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para solucionar el problema pasan por tres líneas maestras.

La primera de ellas consiste en incrementar la ayuda al desarrollo y hacerlo de manera más eficiente y más rápida, ya que reconoce que existe un nivel de inversión por debajo del deseado y propone coordinar acciones y ofrecer su ayuda a la FAO.

La política de comercio y la apertura de los mercados agrícolas es la segunda de las necesidades detectadas por la OCDE, explicó su secretario general, Angel Gurría, quien señaló que incluso en un momento de alza de precios como el año pasado, los productores no se beneficiaron debido a las numerosas barreras del sector.

Diouf, por su parte, se inclinó por que las ayudas a la agricultura no provoquen "distorsión" en los mercados y apeló a la "imaginación" para superar el "desafío técnico" que supone mantener las ayudas al sector sin caer en un proteccionismo que beneficie a los agricultores de los países ricos y perjudique a los de los países pobres, especialmente los africanos.

La tercera de las soluciones aportadas por la OCDE se centra en el "papel de las políticas locales", que estimulen el buen funcionamiento del resto de medidas que deben aplicarse al sector a nivel global para mejorar la seguridad alimentaria.

Se trata, dijo Gurría, "no sólo de solucionar la urgencia en el corto plazo, sino de trasladarla al largo plazo" pues "la seguridad alimentaria es un asunto de paz y seguridad en el mundo", como indicó Diouf.

Los datos que maneja la FAO cifran en 32 el número de países que necesitan asistencia alimentaria urgente, de los que 20 se encuentran en el continente africano.

"Sin carreteras, sin almacenes, sin irrigación, sin energía... ¿qué inversor privado elegiría la agricultura", se preguntó en voz alta el director general de la FAO, quien aseveró que la responsabilidad última de la toma de decisiones dirigidas a incrementar la inversión para que los más pobres puedan comer está en los gobernantes de los Estados.

Por otro lado, evitó pronunciarse sobre el papel de los organismos genéticamente modificados (OGM) en la seguridad alimentaria ya que aseguró que en África prefiere ocuparse de temas como el agua o las carreteras.

"No digo que no haya oportunidades para los OGM, pero no es la prioridad", sentenció.

Gurría y Diouf comparecieron en rueda de prensa tras una reunión de alto nivel entre responsables de la FAO y de la OCDE en la sede de esta última organización en París.