Ocurrió hace ahora 18 meses y la mujer lleva desde entonces de baja laboral. Asegura que es muy difícil superar algo así y que ahora sólo espera que el asesino, Josué Estébanez, un soldado de 23 años, pague por lo que hizo. El fiscal reclama 29 años de cárcel para Josué, 17 por asesinato y otros 12 por intento de homicidio ya que, según reflejan las imágenes, apuñaló en las costillas a otro joven antes de escapar del vagón.
Aunque no ha visto el vídeo de "El País" María Victoria dice estar de acuerdo con su emisión: "Yo misma pensaba difundirlo después del juicio" ha declarado al citado periódico.
El vídeo es el resultado del montaje de las imágenes grabadas por siete cámaras del Metro. En él se ve claramente como el soldado responde apuñalando a Palomino, de 16 años, después de una pequeña provocación de la víctima (un comentario sobre su sudadera). Llevaba la navaja a mano y con ella se dirigía a una marcha xenófoba autorizada. Palomino era del bando contrario: acudía al mismo lugar pero para participar en una contramanifestación.
A su madre no le gusta que lo llamen antisistema: era un chico "ni modélico ni perverso, con los problemas de su edad", dice. Desde su asesinato la mujer ha tenido que vivir momentos muy duros. Como presidenta de la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, asistió hace poco más de un mes como testigo en una marcha legal del grupo de ultraderecha Movimiento Patriótico Socialista (MPS). Allí tuvo que escuchar gritos de los manifestantes que pedían libertad para Josué y algo aún más tremendo para ella: "Carlos, pardillo, devuélvenos el cuchillo".
María Victoria ha confesado a "El País" haberse sentido vejada. También en ese caso hubo una contramanifestación: los antisistema lanzaron botellas y ladrillos a los ultras y 25 de ellos fueron detenidos. Para la madre de Palomino tampoco esa violencia está bien pero cree que "no es lo mismo tirar objetos que matar a personas".