"Sentí que el corazón me iba a explotar", ha asegurado el joven al diario argentino La Nación después de hablar con el Papa Francisco. "Se interesó mucho, abrió el catálogo, me hizo preguntas, me felicitó por mi lucha y dijo que tengo que seguir dando el ejemplo de pensar en los necesitados", ha recordado.
El habitáculo tiene capacidad para albergar a diez personas, se puede poner en cualquier superficie y, sobre todo, es fácil de montar. Está hecho con polipropileno, aluminio y tela de poliéster, e incorpora tres baños y un kit de supervivencia provisto con comida, agua, lápices y cuadernos.
"El refugio móvil generó mucho interés por la gran ayuda que puede generar y los tiempos que corren con los evacuados de Siria", ha afirmado el diseñador, para subrayar que las malas condiciones sanitarias y habitacionales en las que viven los refugiados "se pueden evitar".