Durante el ángelus celebrado tras la misa en la que ha expresado "que donde hay juventud, hay esperanza", Francisco ha pedido a los jóvenes que digan no a "la engañosa libertad individualista" y no "a las dependencias y a la violencia". En cambio, les ha dicho que secunden "la vida entregada con magnanimidad y fidelidad en las pequeñas cosas" para construir así "un mundo mejor".
Ante más de 400.000 personas --no solo cristianos, sino también musulmanes-- de todo el país y de las vecinas Kosovo y Macedonia, el Papa ha invitado a los jóvenes a "cimentar" la existencia en Jesucristo y les ha recordado que son "el futuro".