El Papa Francisco, a los sacerdotes del mundo: "La misericordia no hace photoshop"

EUROPA PRESS 02/06/2016 19:10

Más de 6.000 sacerdotes de todo el mundo se han congregado en las tres basílicas papales de Roma --San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros-- para escuchar las tres meditaciones del Pontífice.

"La misericordia no nos pinta desde fuera una cara de buenos, no nos hace el photoshop, sino que, con los hilos mismos de nuestras miserias, ¡con esos!, y con nuestros pecados, ¡con esos!, entretejidos con amor de Padre, nos teje de tal manera que nuestra alma se renueva recuperando su imagen, la de Jesús", ha subrayado Francisco en su segunda meditación.

En este sentido, ha instado a los sacerdotes a no caer en la tentación de pedir el traslado al obispo. "No, no. No se dejen arrastrar por la vana búsqueda de cambiar de pueblo, como si el amor de Dios no tuviese bastante fuerza para cambiarlo", ha apuntado.

Estas recomendaciones completaban la llamada que ha hecho Francisco en su primera meditación, cuando ha recordado a los sacerdotes que deben "compadecerse del que sufre, conmoverse ante el necesitado, indignarse, que se les revuelvan las tripas ante una injusticia patente y ponerse inmediatamente a hacer algo concreto, con respeto y ternura, para remediar la situación".

Por otro lado, en su tercera meditación, el Papa ha reconocido que en la Iglesia ha habido y hay "muchas cosas no tan buenas y muchos pecados" pero ha precisado que si algo hacen bien es servir a los pobres, algo que, según ha precisado, los ciudadanos valoran mucho. Asimismo, ha advertido de pecados de los curas como apegarse al dinero, convertirse en funcionarios o en mercenarios.

"Nuestro pueblo valora esto: al cura que cuida a los más pobres, a los enfermos, que perdona a los pecadores, que enseña y corrige con paciencia. Nuestro pueblo perdona a los curas muchos defectos, salvo el de estar apegados al dinero. Y no es tanto por la riqueza en sí, sino porque el dinero nos hace perder la riqueza de la misericordia. Nuestro pueblo olfatea qué pecados son graves para el pastor, cuáles matan su ministerio porque lo convierten en un funcionario o, peor aún, en un mercenario", ha alertado.