"La complementariedad entre hombre y mujer, vértice de la creación divina, ha sido puesta en discusión por la llamada ideología de género, en nombre de una sociedad más libre y justa", ha indicado el Pontífice.
Sin embargo, Francisco ha explicado que "las diferencias entre hombre y mujer no son para la contraposición o subordinación, sino para la comunión y la generación, siempre a imagen y semejanza de Dios" y ha añadido que "sin la mutua entrega, ninguno de los dos puede siquiera comprenderse en profundidad". Por ello, ha exhortado a los prelados a cuidar del "tesoro" del matrimonio.
También se ha mostrado preocupado por los "graves problemas sociales" que aquejan a la familia como "la difícil situación económica, la emigración, la violencia doméstica, la desocupación, el narcotráfico o la corrupción".
Por otro lado, Francisco ha pedido a los obispos que "no gasten energías en divisiones y enfrentamientos, sino en construir y colaborar" y que tomen "distancia de toda ideologización o tendencia política que les puede hacer perder tiempo y el verdadero ardor por el Reino de Dios".
"La Iglesia, por razón de su misión, no está ligada a sistema político alguno, para poder ser siempre signo y salvaguardia del carácter trascendente de la persona humana", ha apuntado.