El Papa reivindica en la Vigilia el papel de las mujeres: "A diferencia de los discípulos, ellas están ahí"

EUROPA PRESS 15/04/2017 22:11

El Papa ha puesto en valor el papel de las mujeres que, "a diferencia de los discípulos, están ahí". En referencia a María Magdalena y a la Virgen María, el Pontífice ha destacado que "están frente al sepulcro, entre el dolor y la incapacidad de resignarse, de aceptar que todo siempre tenga que terminar igual".

De ellas, ha reivindicado su capacidad de "no evadirse", "de aguantar, de asumir la vida como se presenta y de resistir el sabor amargo de las injusticias".

Durante la ceremonia de la Vigilia Pascual, celebrada en la basílica de San Pedro, en la que los católicos esperan la resurrección de Jesús, Francisco también ha arremetido contra la corrupción "que quita derechos y rompe tantos anhelos" al tiempo que ha condenado el "desprecio" hacia los inmigrantes que sufren solo por ser "huérfanos de tierra, de casa, de familia".

"Ellas son el rostro de mujeres, madres que lloran por ver cómo la vida de sus hijos queda sepultada bajo el peso de la corrupción, que quita derechos y rompe tantos anhelos, bajo el egoísmo cotidiano que crucifica y sepulta la esperanza de muchos, bajo la burocracia paralizante y estéril que no permite que las cosas cambien", ha señalado el Papa.

Y ha especificado: "Si hacemos un esfuerzo con nuestra imaginación, en el rostro de estas mujeres podemos encontrar los rostros de tantas madres y abuelas, el rostro de niños y jóvenes que resisten el peso y el dolor de tanta injusticia inhumana (...) En el rostro de estas mujeres, están muchos rostros, quizás encontramos tu rostro y el mío. Como ellas, podemos sentir el impulso a caminar, a no conformarnos con que las cosas tengan que terminar así".

El Papa ha reconocido que los rostros hablan de "heridas", de "tantas infidelidades, personales y ajenas" y de las "luchas fallidas", pero ha invitado a tener esperanza frente al peligro de acostumbrarse a convivir "con el sepulcro" y "con la frustración". De esta manera, ha instado a "saltar todas las barreras" que encierran a las personas en "estériles pesimismos", en "calculados mundos conceptuales" que "alejan de la vida", en "obsesionadas búsquedas de seguridad y en desmedidas ambiciones capaces de jugar con la dignidad ajena".

Durante la homilía también ha hecho hincapié en el dolor que produce "la miseria", "la explotación", "la trata", pero también la "soledad y el abandono" causado por "tener las manos demasiado arrugadas" en una clara referencia al descarte de los ancianos.

Para el Papa, "Dios irrumpe para trastocar todos los criterios y ofrecer así una nueva posibilidad". "Dios, una vez más, sale a nuestro encuentro para establecer y consolidar un nuevo tiempo, el tiempo de la misericordia. Esta es la promesa reservada desde siempre, esta es la sorpresa de Dios para su pueblo fiel: alégrate porque tu vida esconde un germen de resurrección, una oferta de vida esperando despertar", ha remarcado. Y ha concluido: "Y si no somos capaces de dejar que el Espíritu nos conduzca por este camino, entonces no somos cristianos".

El Papa ha bautizado este sábado por la noche a once personas de diferentes nacionalidades y distintas edades, entre ellas una española de 29 años, durante la ceremonia de la Vigilia Pascual que el Pontífice ha presidido en la basílica de San Pedro, en la que los católicos esperan la resurrección de Jesús.

Está previsto que este domingo el Papa oficie la misa del Domingo de Resurrección, en la que el leerá el mensaje de la Pascua e impartirá la tradicional bendición Urbi et Orbi (para la ciudad y para el mundo) desde la logia central de la basílica.