Un paracaidista sobrevive a una caída de unos 4.000 metros de altura cuando estaba realizando un salto, el hombre de 35 años sufre heridas graves y se encuentra ingresado en el hospital Christchurch de Nueva Zelanda.
El hombre, con más de 1.000 saltos de experiencia, pretendía hacer un salto más como de costumbre, hasta que su paracaídas principal no se abrió. Cuando intentó abrir el paracaídas de reserva tampoco funcionó, pero quedando unos 228 metros, milagrosamente se abrió automáticamente.
Barbara Dunn, portavoz de la policía local de Tasman afirmó al diario The Telegraph: “el hombre aterrizó de manera muy violenta a pesar de que el paracaídas de reserva frenó la caída en los últimos metros y al parecer rebotó varias veces”. El hombre que se recupera en el hospital, sufre lesiones internas en la zona del pecho y abdominal.
La Asociación de Paracaidistas de Nueva Zelanda está llevando a cabo una investigación de lo sucedido.