Longo recibió la peor llamada de su vida. “No sé cómo decir esto, pero el bebé ha fallecido”, le explicó su suegra. Su mujer, Lynne, había perdido al que iba a ser el tercer hijo de la pareja cuando estaba de 22 semanas. Ella acudió al hospital a una ecografía, cuando descubrieron que el corazón de bebé no latía. Cuando Longo llegó, pidió otra ecografía para confirmar la realidad que no quería asumir, tal y como recoge ‘Fox News’.
Poco después, Longo decidió que iba a encontrar una forma positiva de superar esta pérdida e incluso inspirar a otros. Aunque en su juventud fue atleta, ya han pasado 12 años desde que este padre corrió por última vez. Ahora se entrena para la primera de las 22 maratones que piensa correr para honrar la memoria de su bebé, una por cada semana del embarazo. Recorrerá sus primeros 42 kilómetros en septiembre.