Tras la inspección del local, situado en la calle Candeleda del citado barrio, el agente que se desplazó hasta el barrio al tener conocimiento de los hechos consultó el departamento de actividades económicas y comprobó que la guardería no tenía los correspondientes permisos para ejercer esa actividad.
Al parecer, según reza en el parte de sucesos de la Policía Local, se le denegó la pertinente licencia para poder abrir la guardería en el año 2006 y desde entonces ha estado abierta sin los correspondientes permisos municipales y regionales y funcionando como guardería.
Ahora, el inspector de la Policía Local deberá emitir el informe sobre este asunto y se dará un plazo de audiencia de diez días al propietario del inmueble para que presente toda la documentación requerida y, en caso de no poder acreditar su actividad, la guardería será clausurada.