"Increíble -nos dice Marta-; increíble me parece a mí, al fiscal, a la jueza y a todo el mundo. Es un asesino confeso, que incluso fardó en público de haber matado "a dos maricones", y lo dejan en libertad. Si no le llegan a culparle del incendio, con cinco focos, lo ponen en libertad".
Para Marta, un veredicto que ha levantado la polémica es culpa del jurado popular que, en su opinión, se ha comportado de un modo "homófobo, racista y descerebrado. Porque esas personas (el jurado popular) no tomaron ni una nota de lo que dijeron las forenses, ni la policía científica. Y su veredicto exime de la culpa de asesinato, incluso de homicidio al hombre que confesó haberlo cometido. Y la jueza no puede hacer nada; estaban avergonzados todos y me pidieron perdón, aunque quienes me tienen que pedir perdón son los miembros del jurado popular, que no lo van a hacer"
El hijo de Marta, Isaac, y su compañero de piso, Julio, aparecieron cosidos a puñaladas: 57 entre los dos. Los bomberos encontraron los cadáveres cuando acudieron al domicilio a apagar un fuego con cinco focos. Lo provocó Piñeiro tras apuñalar a las víctimas, después de haber pasado la tarde en la habitación de Isaac y de participar en una fiesta en la vivienda con otros amigos: sabía que estaba entre homosexuales; pero al confesar los asesinatos argumentó que los apuñaló porque temía que lo violaran... Y eso parece haber calado en el jurado popular.
Marta Pérez y su abogado ya han presentado recurso. "Tengo que seguir al pie del cañón para defenderlos (a mi hijo y a Julio, que no tiene familia). Marta espera que se pueda hacer otro juicio, sin jurado popular.