Esos nombres fueron retirados de la lista oficial rotatoria de denominaciones de huracanes, debido a las muertes y daños que causaron a su paso, y serán reemplazados por Gonzalo, Isaías, Paulette y Amanda.
La práctica de poner nombre a las tormentas tropicales se utiliza desde hace varios años para facilitar su identificación en los boletines de alerta y en las informaciones destinadas al público, pues resulta más fácil de recordar que los términos técnicos u otros datos complicados (como la latitud y longitud del fenómeno).
Para cumplir su objetivo deben ser nombres cortos y difíciles de confundir.
Cuando este sistema empezó a utilizarse, los nombres eran atribuidos de forma arbitraria. A partir de los años cincuenta y durante unas tres décadas se les llamó únicamente con nombres femeninos, pero desde hace unos treinta años se intercalan con masculinos.
Actualmente, hay seis listas anuales de nombres para ciclones en el Atlántico -acordadas por expertos de la OMS y que tienen aceptación internacional- que se alternan, de modo que la lista de 2008 se volverá a utilizar en 2014, aunque si una tormenta ha sido particularmente mortífera se retira su nombre y se le sustituye.
Aparte de Alma, Gustav, Ike y Paloma, otros nombres que han sido retirados de la lista en el pasado son Katrina (Estados Unidos, 2005) y Mitch (Honduras, 1998).
El primer nombre que figura en la lista de nombres para 2009 es Ana y le siguen Bill, Colin, Danielle, Earl y Fiona.